sábado, 26 de enero de 2013

Si esa persona entró en tu vida es porque valía la pena.



Es triste ir por la calle y cruzarte con esa persona con la que compartiste momentos, secretos y algo muy valioso como lo son cada minuto de nuestra vida... con la cabeza gacha o por el contrario con la cabeza bien alta llena de orgullo, un orgullo vacío o un miedo incontrolable que nos lleva a no dirigir la palabra. Aún así, ese silencio no deja de ser tan doloroso, como puede serlo una falsa sonrisa o una palabra llena de todo menos de lo que antes era. Yo se que tu sabes de lo que hablo, tu también lo has vivido. Quizás la solución es un, perdón, en el momento indicado. O quizás la solución es, no ser esa persona. Difícil, si. Pero no imposible. Si esa persona entró en tu vida es porque valía la pena. No la dejes ir, por un bache en el camino... a lo largo de tu vida encontrarás muchos, todos y cada uno diferentes. Pero 
nunca encontrarás a alguien que ría tus gracias como el lo hacía.

Y ahora... dime; ¿No crees que merece la pena dejar el orgullo de lado? ¿Y el miedo? No te llevará mucho más tiempo, del que has perdido, buscando algo que nunca encontrarás.

Su sonrisa, en la boca de otro.


2 comentarios:

  1. será una coincidencia pero quería hacer un poema sobre el pasado y presente sin razón alguna me parece que mi idea esta planteada aquí lloré al leer y sentí por unos instantes la solución.

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    1. Me alegra saber que pude causar ese sentimiento en ti. Mejor dicho, hacerte sentir lo que yo sentí al escribirlo. Un beso

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